domingo, 6 de diciembre de 2015

tú, y siempre tú

Hace tiempo que no escribo porque cada vez que lo intento solo puedo escribirte a ti. Es como pedirle al mar que se vacíe de agua, al agua que vacíe de sal. A mi que no te piense a ti, que te extirpe de mi, porque habitas en mi corazón; que no te aparezcas en mis sueños, en mis días, en otras personas. Porque cada vez que cierro los ojos, y mi subconsciente se libera, tu apareces, y me vuelves a acariciar, a besar, y te siento. No sabes cómo te siento, y cuánto duele despertarme sin ti, olerte en mis sueños y no sentirte en mis sábanas. Hasta mis lágrimas saben a ti. Te amo en toda tu ausencia, te quiero más que nunca porque ahora sé lo que perdí. No puedo conformarme con no tenerte, pero quiero que sepas que te amo con toda mi locura en mis sueños, que deseo vivir en ellos más que en esta realidad que ha quedado vacía sin ti. 
Nunca podré perdonarme todo el dolor que te causé ni lo injusta que fui, nunca podré agradecerte que me enseñaras lo que significa la palabra amor, que cada vez que la leo versa tu nombre, nunca me olvidaré de ti pero viviré sin ti, porque me enseñaste a vivir tras haber sentido morir.